Ciclo de la Violencia
El ciclo de la violencia es un modelo desarrollado para explicar la complejidad y la co-existencia del abuso con comportamientos amorosos. Es útil, para aquellos que nunca han experimentado violencia doméstica, entender que la ruptura del ciclo de la violencia es mucho más complicado que simplemente huir o salirse del ciclo.
Fase de Tensión
Esta dura usualmente por un periodo de tiempo, tal vez semanas o meses. Crece el estrés y se derrumba la comunicación. Los abusadores a menudo abusan verbalmente de sus parejas, e incidentes “menores” de violencia pueden ocurrir. Las víctimas sienten un peligro creciente y con frecuencia se refieren a estos sentimientos como si estuvieran “pisando huevos” durante este periodo, tratando de anticiparse al humor del abusador. Familiares y amigos pueden negar o minimizar el peligro en esta etapa.
Fase Aguda o de Crisis
En esta fase, la tensión ha aumentado y finalmente estalla la violencia. Este es un periodo explosivo e impredecible, que usualmente perdura entre 24 y 72 horas, lo cual puede resultar en lesiones serias e incluso la muerte. El incidente es producto del estado emocional del abusador o un evento externo, en vez de algo que la víctima haya hecho. Durante este periodo la víctima realiza acciones para sobrevivir al abuso. Estas pueden incluir la acomodación a las demandas del abusador o tratar de escapar.
Fase de Calma o de Luna de Miel
Después de la fase de crisis violenta del ciclo, el abusador pasa a un periodo más calmo que a veces es denominado como la Fase de Luna de Miel. Esta fase puede durar desde días a semanas e incluso meses. Durante esta fase, el abusador puede mostrarse arrepentido, suplicante para su perdón, y promete que esto nunca volverá a suceder otra vez. La víctima quiere creer que esto es verdad. El abusador puede lucir vulnerable, causando en la víctima un sentimiento de culpa y responsabilidad por el bienestar del abusador. La víctima puede sentirse agotada y los niños pueden convertirse en cuidadores, tomando la responsabilidad de mantener la paz. Al principio, familiares y amigos pueden recibir esta etapa queriendo creer que la violencia no ocurrirá. Pero este no es el caso.
Por un periodo de tiempo puede haber cambios en el ciclo. La Fase de Luna de Miel puede volverse más corta, y la tensión y la violencia pueden aumentar. Algunas víctimas declaran que nunca han experimentado un abusador arrepentido o amoroso, sino que simplemente ven una disminución de la tensión antes del inicio de un nuevo ciclo.
Cuando se inicia el ciclo, la víctima comienza a entrar y salir de la relación. A menudo se necesitan muchos intentos para tomar una decisión final y salir definitivamente de la relación violenta. Los sentimientos de culpa, inseguridad y preocupación por el bienestar de los niños juegan un rol importante en el proceso de la toma de decisión de la víctima.